CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA
El concepto de contaminación electromagnética, electro
polución o electrosmog, se refiere a la exposición excesiva
a las radiaciones producidas por campos electromagnéticos generadas por equipos
electrónicos u otros “artefactos tecnológicos” producto del ingenio y
actividad humana.
Este electromagnetismo se considera como un
factor de influencia negativa, y por ello lo del término "contaminación",
puesto que existe la sospecha, en diversos ámbitos científicos especializados
como es el caso de los investigadores Priyanka Bandara y David O Carpenter en
su publicación de diciembre de 2018, “Planetary electromagnetic pollution” (thelancet.com),
que la influencia de estos campos podrían ser un factor de riesgo para la vida
y bienestar de los seres vivos por igual.
Esta radiación electromagnética proveniente de los aparatos
electrónicos que usamos cotidianamente, tales como el teléfono celular, las
señales wifi, hornos de microondas, televisores, entre otros, no son la única fuente
electromagnética a la que estamos expuestos, puesto que la principal fuente de radiación
que influye sobre los seres vivos en su conjunto es el astro rey, y la luz que
necesitamos para vivir es justamente eso, oleadas de ondas electromagnéticas, por
tanto,
¿Qué son estas ondas electromagnéticas y como pueden
afectarnos?
Por principio cabe mencionar, que una onda electromagnética
es la vibración
del campo eléctrico y magnético que se expresa en el espacio y se
propagan tal como lo harían las olas en el mar.
Las microondas, los rayos x, los rayos gamma, las ondas de
radio y el espectro lumínico de la luz del sol, tienen esta misma naturaleza,
lo que las hace diferentes entre sí es la frecuencia a la que
vibran; es decir, la cantidad de ciclos por segundo que genera cada onda
como puede apreciarse en la imagen siguiente:
Longitudes de
onda. Elaboración propia con base en. Fuente: 123rf.com
¿Qué pasa cuando una onda electromagnética llega a un objeto?
Cuando las ondas electromagnéticas alcanzan un objeto cualquiera
(una mesa, un cristal, una persona, etc.) es absorbida rápidamente por los átomos
receptores, aumentando con ello, su nivel de energía. En este sentido, los
electrones
residentes en el objeto o ser vivo, se desplazan a niveles de mayor
energía dentro del átomo, alejándose así del núcleo, luego el electrón posteriormente
y tras un corto periodo de tiempo, vuelve a su lugar original cerca del núcleo
del átomo, emitiendo entonces la energía recibida anteriormente, y generando con
ello, calor. A este efecto producido por ciertos campos de energía, como los electromagnéticos,
se le conoce como efecto no ionizante.
Lo anterior (ondas electromagnéticas de baja energía), pueden
percibirse por los efectos que produce en nuestra vida en forma de frecuencias
de radio, el uso de hornos de microondas, el espectro infrarrojo de la
luz (aprovechado por los calentadores solares de tubos al vacío para calentar
el agua), y la luz visible del sol).
Medición de la radiación de un horno
de microondas y detección del norte magnético para estudio de la red Hartmann y
Curry. Hábit4espacio, 2019.
En la imagen anterior
puede observarse la cantidad de radiación electromagnética que puede producir
un equipo doméstico de uso común en muchos hogares en la actualidad en muchos
países, como lo es el horno de microondas.
Medido con un equipo especial, puede observarse que la
cantidad de radiación a la que se expone una persona, cada vez que utiliza un
electrodoméstico como este, supera el rango máximo de exposición de 0.40µT,
por lo que 89.7µT
(micro Teslas), acuerdo con la OMS en la publicación, Campos electromagnéticos
y salud pública de junio de 2007, al ser fuentes de contaminación
electromagnética en el hogar, aunque los estudios realizados no sean aún del
todo contundentes para afirmar que las radiaciones electromagnéticas están
ligadas a ciertos efectos biológicos en el corto y mediano plazo, no se
descartan los posibles riesgos asociados, a dos generaciones de haber comenzado
este boom tecnológico de las comunicaciones globales. Algunos efectos biofísicos
estudiados según la OMS van desde tensión muscular, pasando por estimulación
del sistema nervioso central (nerviosismo y ansiedad), hasta posibles
riesgos para desarrollar cáncer o leucemia infantil.
En contraparte, cuando las ondas electromagnéticas, llamadas
de alta
energía, alcanzan un objeto, la historia es otra, puesto que el antes
mencionado electrón,
en lugar de subir su nivel de energía, sale disparado del átomo, cual pelota de
base bol, terminando con la ionización del mismo, lo que produce destrucción
de la estructura molecular y, por consiguiente, la muerte de los tejidos vivos
de cualquier organismo.
Debe comprenderse entonces que la energía y, por tanto, los
riesgos asociados a esta, no depende de su intensidad, sino de su frecuencia; por
lo que bajo el principio de “a mayor frecuencia, mayor energía”, como puede
verse en la imagen que corresponde con la longitud de onda anterior, los rayos UV,
los rayos X y los rayos Gamma; en combinación con una exposición prolongada
en el tiempo, puede causar diversas afecciones cutáneas, entre ellas, el
cáncer de piel.
Finalmente, aunque permanecer junto a una antena de radio o
el uso prolongado de un teléfono celular pudiera no representar un riesgo para
la salud de una persona o para la de cualquier otro ser vivo, hay mecanismos
mucho más complejos dentro de la biología que compone los organismos vivos que
la física mecanicista simplemente no puede explicar, por lo que hoy más que
nunca es necesario ahondar en investigaciones que permitan reconocer la
correspondencia entre los efectos colaterales de una exposición prolongada a
éstas radiaciones y la salud del hábitat planetario o geobiología.
Medición de la energía telúrica con equipos
de radiestesia. De izquierda a derecha: análisis geobiológico para un proyecto
de obra nueva en San Gregorio Xochimilco, CDMX. Análisis geobiológico en cafetería
de Coyoacán, CDMX. Hábit4espacio, 2019. Árbol sobre punto geopatógeno en España.
Radiestesia y salud.com.
Así mismo, debe ponerse mayor atención a las actividades
cotidianas, tales como evitar tener fuentes de radiación electromagnética
dentro de la recámara o alcoba, dejar cargadores de baterías o celulares dentro
del dormitorio, portar los teléfonos celulares como parte de la vestimenta
personal adheridos al cuerpo y líneas de tensión eléctrica cerca de la cama o
espacios de descanso importantes. La pregunta obligada para muchos de los
lectores sería:
Medición de la radiación en equipos
comunes en las mesas de noche y dormitorios. Nótese que el nivel máximo de radiación
es 0.40µT. Hábit4espacio, 2019.
¿Estamos conscientes de las sensaciones y mensajes que nos da
nuestro cuerpo?
Entre mayor conciencia tengamos de nosotros mismos y del
nivel de conexión que tenemos con la tierra habrá mayor bienestar y calidad de
vida para nosotros como especie.
Agradecemos a nuestros amables lectores y les invitamos a contactarnos para ayudarlos a detectar algún tipo de anomalía relacionada con le energía en su hogar o centro de trabajo.
·
Santaolalla, J. 2015, noviembre 17. ¿los
teléfonos móviles son peligrosos para la salud? Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=VKxc51b4sSM
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Organización Mundial de la Salud. 2011, junio.
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The bmj. 2012, marzo 08. Mobile
phone use and glioma risk: comparison of epidemiological study results with
incidence trends in the United States. Recuperado de: https://www.bmj.com/content/344/bmj.e1147
Agradecimientos especiales a la asistente de investigación: Pamela Alvarado
La imagen del encabezado corresponde con la antena celular ubicada sobre una importante panificadora al sur de la ciudad. Fuente: Hábit4espacio, 2019.
La imagen del encabezado corresponde con la antena celular ubicada sobre una importante panificadora al sur de la ciudad. Fuente: Hábit4espacio, 2019.